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20/1/11

SUBIDA AL TORCAL DE ANTEQUERA Y RUTA AMARILLA EN EL INTERIOR DEL TORCAL. 15-01-2011


Hola amigos de Locandares.

Hoy nos toca contaros la primera ruta que hemos hecho en el recien nacido 2011.

La subida y bajada del Torcal de Antequera, con la realización en el interior del Torcal del sendero amarillo.
Como comentario decir que ha sido una de las rutas más bellas y que más le ha costado a los locandares, ya que sus desniveles eran en algunos tramos del 12% de inclinación.

La ruta se planifica como todas ellas la noche anterior en el bar del Tango, donde todos los miembros que vamos a realizar la ruta damos nuestra opinión de como la vamos a llevar a cabo.

La ruta tiene una distancia de unos 16.5 km de longitud.

Se divide en tres partes.
La primera es una subida de 6.5 km hasta el Centro de Visitantes del Torcal.
La segunda parte es un sendero en el interior del Torcal de unos 3.5 km, que le llaman la ruta amarilla.
Y la tercera parte es la bajada del Torcal al punto de partida con sus respectivos 6.5 km.



En esta ruta tuvimos el placer de recibir en nuestro grupo a un nuevo Locandares, nuestro amigo José Alamo (Biri).


En esta ocasión fuimos siete los asistentes: Antonio Manfredi (Canijo), Aranda (loco Aranda), Roque (p.m), Jimy (dora), José Antonio (Chorlo), José Alamo (Biri), Montero (loco).


Salimos de Aznalcazar a las 6 de la mañana, con mucha niebla, para llegar a Antequera sobre las 8:15 horas.

Hicimos una parada para descansar las piernas y desayunar en el pueblo de Estepa, donde desayunamos los famosos molletes de Antequera, que además estaban buenisimos.


Por el camino tuvimos tambien que parar más de una vez para que el Aranda hiciera "pipi".
No he visto una persona con una prostata más ligera en mi vida.

LLegamos al lugar donde se iba a iniciar la ascensión al Torcal.

 
Cuando nos bajamos la temperatura que marcaba el coche era de 1º. !Que Frio!.



La niebla se había disipado en esta zona, con lo que nos esperaba un día soleado y con mucha visibilidad, un día para hacer buenas fotos del lugar.

La marcha hacia el Torcal se demoro un poco, ya que tuvimos que llevar el coche a un camping que estaba a 4 km en dirección Antequera para aparcarlo.

Antonio Manfredi os recuerdo que tuvo una lesión en la ruta del Rocio.
Hoy iniciaba otra vez el caminar con nosotros.


Por precaución, él subio en coche hasta el Centro de visitantes del Torcal, y nos esperaría allí para hacer la ruta del interior del Torcal.

Comenzamos la ascensión con mucho frío y subiendo unas pendientes de hasta 12% de inclinación.
Eran unas cuestas muy duras.



Al cuarto de hora sobraba bragas en la cabeza y chaquetones. !Ay, que calor!.


Nos dirigimos hacia el mirador de Don Diego, donde hicimos nuestra primera parada para beber alguna bebida isotónica y recuperar algo de fuerza para seguir ascendiendo hacia el Torcal.




Ya en el mirador Don Diego las vistas eran impresionantes.
Se veían los diferentes picos de las montañas más importantes de esta zona.



Seguimos nuestra ascensión.

Cada vez nos costaba más subir estas cuestas tan pronunciadas, pero entre risas y disparates de nuestro amigo Aranda llegamos hasta unos aparcamientos de autocaravanas, donde descansamos otros 10 minutos antes de hacer el último tirón y llegar al Centro de visitantes.

En el camino encontramos varias piaras de cabras autoctonas, que parecía que desde las rocas estaban dándonos la bienvenida.

 


Por fin llegamos al Centro de Visitantes y nos reunimos con nuestro amigo Antonio Manfredi que nos esperaba con impaciencia.



El paisaje era alucinante.




Decidimos hacer una parada y comer el bocadillo antes de hacer la ruta amarilla de 3.5 km dentro del Torcal, pero antes nos acercamos para ver el mirador las Ventanillas donde se aprecian unas vistas muy interesantes.




En unos veladores fuera del Centro de visitantes y con unas cruz del campo nos comimos el bocadillo.
Como siempre nuestro amigo Aranda llevaba viandas para dar de comer a todo el mundo que estaba en el Torcal.





Una vez apaciguado el estomago, nos decidimos a realizar la ruta amarilla.
El grupo se quedaba atónito al ver tal paisaje y por donde teníamos que pasar.

Era impresionante lo que el agua había echo entre las rocas calizas.
La imaginación volaba por momentos, y se podía apreciar la cara de un indio,  la cara de un perro, o cualquier cosa que pudieramos imaginar en las diferentes formaciones rocosas.



Entre la vegetación se podía apreciar como los arboles seguían las figuras de las rocas para poder recoger el poco sol que les llegaba.

Los líquenes en los arboles y los musgos eran abundantes en esta zona, buena señal de que es un ecosistema sano y equilibrado.




El camino era dificultoso, habia que tener cuidado de no resbalar o torcerse algún tobillo.
Es recomendable llevar bastones de senderismo para evitar las caidas.

En algunas zonas la ruta nos indicaba que teníamos que pasar entre grietas muy estrechas que el agua había hecho en la roca.


¿No parece esto el burladero de una plaza de toros?


Y por supuesto no falto tiempo para las tipicas fotos.





 
Después de unas tres horas de ruta, llegamos de nuevo al Centro de Visitantes.
Tuvimos que limpiarnos las botas de fango antes de entrar.

En el Centro de Visitantes vimos como se había formado el Torcal, las diferentes especies de animales que habitan el el y la variedad de vegetación que hay en esta zona.


 
Después de ver el Centro de Visitantes comenzamos la bajada para terminar la ruta donde la habíamos empezado.

Algunos bajaron parte del recorrido corriendo (Roque) y otros tenían los dedos de los pies engurruñados de frenar en la bajada (Aranda).




Cuando llegamos al inicio donde empezamos esta pedazo de ruta nos estaba esperando de nuevo Antonio Manfredi con el coche.

Como teníamos que recoger el coche en el camping, el Biri,  el Roque y yo seguimos andando un km más y el resto fue a recoger el coche.

Antonio nos recogió al resto del grupo por la carretera y nos dirigimos al camping "La Yedra" donde decidimos comer.

En el restaurante nos paso como casi siempre más de una peripecia.

Primero comimos regular, menos el Antonio que se comió un pedazo de flamenquín que no le cabia ni en el plato.

Comimos regular pero no porque la comida estuviera mala, sino que no supimos pedir. 
El Chorlo, Roque, Aranda y yo pedimos callos creyendo que era con la tripa del cerdo, pero en Antequera acostumbran hacerlo con el pectorejo del cochino. 
Y claro, el Aranda solto a voces que los garbanzos traian la rodilla de una cabra. 
El Jimi se comió unas lentejas de color verde, lo mas verde que he visto yó en mi vida.
Parecía que estaba echa con babas de caracol aunque él decía que estaban buenas. 
Después nos ofrecieron unos chupitos de alcohol.
El Chorlo que lo quería sin alcohol no le gustaba ninguno y yó le dije a la camarera que se lo diera de sabor a espinacas. 
Y el Aranda formo un follón para sacar tabaco de la máquina que no se lo podeís ni imaginar, ahora, más nos reiamos. 
El loco Aranda comprando "tabaco", lo nunca visto .

Hasta otra amigos de Locandares.

1 comentario:

  1. muy bueno chavales. enhorabuena. disfruto leyendo y viendo a través de las fotos vuestras caminatas. de verdad que entran ganas de acompañaros un dia pero... entre cobarde y el club deportivo... ya caerá un día de estos.

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