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22/12/13

RUTA EN EL PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES ( SENDERO SUBIDA AL ALJIBE, CADIZ 24/11/2013).

 

Hola amigos de los Locandares, aquí os contamos otra de nuestras aventuras.

Esta vez nos dirigimos a la provincia de Cadiz para patear por la Sierra de los Alcornocales (Cadiz). Una ruta que sin duda no tuvo desperdicio ninguno, ya que nos quedamos maravillados de los parajes que pudimos apreciar en esta sierra.

Al principio teníamos pensado realizar el sendero de la subida al Aljibe y subir después al Picacho, pero este último tuvimos que desistir ya que el tiempo ( horas ) no estaba en nuestro favor.

El sendero subida al Aljibe es una ruta circular de una longitud aprox. de 16km, con un nivel de dificultad MEDIO-ALTO y una duración de aprox 7 horas.



Salimos a las 5:30 de la mañana de Aznalcázar con buena climatología, pero con mucho frío. Llegamos al pueblo de Alcalá de los Gazules sobre las 8:00 de la mañana, donde teníamos previsto desayunar antes de dirigirnos al inicio de sendero.

Una vez con nuestro estómagos llenos, tomamos dirección hacia la carretera A-2304 (Alcalá de los Gazules- Ubrique), donde se encuentra el área recreativa El Picacho,e inicio del sendero.

Una vez dado con el área recreativa, nos colocamos las mochilas y después de hacernos la foto de rigor, nos dispusimos a realizar la ruta. Nada más comenzar a caminar, nos ocurrió la anécdota más simpática de la ruta.


            de izquierda a derecha ( A. Peña, José Alamo, José Cabello, Roque, Loli Román , M. Marcelo, Mª. Angeles,
                                                            Loli Marquez, Carmen, Montero, Epi, A. Manfredi ).
         
Como viene siendo habitual en casi todas nuestras rutas, dando la razón al nombre que lleva como bandera este grupo, " LOS LOCANDARES ", nada más comenzar la ruta nos perdimos. Al no encontrar un cartel de inicio de sendero, nos adentramos en el área recreativa, siguiendo un camino que después de una fuerte pendiente que a más de uno dejó sin aliento, nos llevó de nuevo a la carretera.





Las risas rulaban por doquier, y nuestro amigo A. Manfredi que se incorporaba al grupo después de varios años sin poder caminar con nosotros por una lesión, estuvo a punto de fletar un avión para recoger a nuestro amigo Diego (gran conocedor en interpretar planos ) y que por motivos personales no pudo acompañarnos en esta ruta.

Después de mirar planos, y con un km adicional ya en nuestras piernas, tomamos la decisión de caminar por la carretera en dirección hacia el área recreativa, y cual fue nuestra sorpresa que 500 metros antes de llegar, nos encontramos los aparcamientos que nos indicaban el folleto de la Junta de Andalucía y el inicio de sendero,y no donde habíamos aparcados nuestros coches.

Una vez aclarada nuestra duda, tomamos dirección hacia el Aljibe.




 Después de un leve ascenso, nos encontramos con la Laguna del Picacho. Esta ofrece a los habitantes del alcornocal un lugar muy importante para obtener agua y comida.

La laguna alberga una gran riqueza de anfibios, reptiles, insectos y plantas acuáticas.





Uno de los anfibios más llamativos de esta laguna es el Tritón pigmeo ( Triturus Pygmaeus ). Su cola verde con manchas irregulares de negro o marrón oscuro lo hacen inconfundible.

Las hembras son de mayor tamaño que los machos y presentan una línea de color anaranjado muy llamativa que recorre la parte superior del dorso.

                                                  Dibujo de Alejandro Montero Román (10 años)
                                                       
Después de observar este magnifico lugar, rodeado de alcornoques, quejigos, acebuches y con la estampa del picacho al fondo, rodeamos la laguna y a unos doscientos metros nos encontramos un antiguo horno de pan






Continuamos por el sendero, y pronto cruzamos un puente de madera que salva el arroyo de Puerto Oscuro, donde podemos observar la vegetación típica de ribera.






Seguimos por un sendero bien marcado cubierto de toda clase de vegetación, caminar por este paraje era un autentico placer para el sentido del olfato por la cantidad de olores que podíamos percibir de las plantas del entorno.

Majuelo o Espino Albar (Crataegus monogyna) 


Azafrán silvestre (Colchicum autumnale)

Brezo



El sendero nos llevó a la carretera, donde nos encontramos una indicación donde nos aclaraba por que lugar debíamos tirar. Siguiendo al frente nos llevaría hacia el Picacho y tomando la pista asfaltada hacia la derecha nos llevaría hacia el refugio donde continúa el sendero subida al Aljibe.

Hay que dar las gracias a nuestro amigo José Cabello, que se adelanto por la pista hasta dar por donde continuaba el sendero, ya que esto de andar unos metros por la carretera no nos gustaba lo más mínimo y estaba de nuevo rulando entre nosotros el pensamiento: ! Nos habremos extraviado de nuevo !.







Cruzamos por el refugio, donde pudimos ver que en él no había problema de pasar frío por la enorme pila de palos que había amontonados.

M. Marcelo aprovecho para beber en una pila que se encontraba allí, y pudo comprobar que el agua que manaba estaba helada.




Desde el refugio hasta la cumbre nos separaba un camino forestal, con un desnivel de unos 600 metros aprox, donde en sus primeros metros de subida se podía apreciar gran cantidad de alcornoques para la producción del corcho.





La subida fue bastante dura, y entre paradas y paradas íbamos ganando altura y recreándonos de las magníficas vistas de la sierra que nos ofrecía el sendero.






Cada vez que íbamos ganando más altura, la vegetación arbustiva se sustituía por un matorral de montaña, adaptado al frío y al viento predominante en esta zona.

Nuestro amigo Roque propuso al grupo abandonar el sendero por un momento para subir a un pico de unos 950 m de altitud, donde seguro íbamos a encontrar unas vistas impresionantes de toda la costa de Cadiz.





Se podía apreciar el pico Montero, con la instalación Militar.


El embalse de Barbate.


Después de una fuerte pendiente llegamos a unas formaciones rocosas, donde una alambrada hace de línea divisoria de las provincias de Cadiz y Málaga.





 Después de cruzar un cancelín y a unos 50 metros, llegamos al pico Aljibe (1.091 m)





Con día sin bruma se podía apreciar desde la cima el Estrecho de Gibraltar y el Peñón, se podía apreciar el pueblo de Benaocaz.





Sobre las doce de la mañana y en la cima del Aljibe, el grupo decidió de tomar un piquislabis para recuperar fuerzas para el descenso.




Una vez apagado el gusanillo del hambre, el grupo se puso en marcha para realizar el descenso.

A unos 200 metros aprox. retornando el sendero que habíamos llevado, una señalización nos indica que hay que tomar a la derecha en dirección hacia el Picacho y sendero de vuelta de la subida a el Aljibe.





Dejamos la pista forestal y tomamos un sendero más abrupto, donde había que prestar atención por posibles torceduras.

Después de abrir y cerrar varios cancelines que nos encontramos a nuestro paso, seguíamos dirección hacia el Picacho y dejando a nuestra derecha El Aljibe.






 Eran las una de la tarde aprox. y en algunas zonas sombrías del sendero se podían apreciar plantas aún con la helada. Nos podíamos imaginar cuando cayera la tarde el frío tan inmenso que se daba en estos lugares.


Continuábamos caminando y disfrutando de este bello paraje, teniendo siempre referencia a nuestra derecha de una valla de piedra como limitación de parcelas.

Según íbamos bajando la vegetación de matorral de media montaña desaparecia y nos daba paso de nuevo al bosque alcornocal.






 Encontramos nuestras primeras setas en el sendero. Al no ser experto en micología, no podríamos decir que variedad eran.

En Aznalcazar solo conocemos la variedad del niscalo y llamado allí "Gurumelo", y de padres a hijos enseñan a coger esta variedad de setas.


Después de una pronunciada subida, llegamos al que sin duda era el paraje más bello de nuestra ruta. Donde nos surgía al fondo el Picacho con sus 882 metros.




Antes de llegar a la base del Picacho, pasamos por un cortado espectacular, donde pudimos contemplar una pareja de buitres revoloteando por nuestras cabezas.






Por motivos de tiempo y que aquí en la sierra la noche se echaba pronto, decidimos no subir al Picacho y seguir nuestra ruta hacia el punto de partida donde comenzamos.

Dejaremos esta subida para otra ruta que hagamos en esta fabulosa sierra.






Una vez en la base del Picacho, tomamos dirección hacia la izquierda, para llevar a cabo la bajada que nos llevará hacia el área recreativa del Picacho y fin de nuestra ruta.

Tenemos que comentar que la bajada fue bastante dura y peligrosa por posibles resbalones, por la cantidad de piedras sueltas y raíces que nos encontramos a nuestro paso.





Sobre las tres de la tarde, llegamos al área recreativa, con las piernas un poco cargadas, pero con una sensación de satisfacción por llevar los deberes hechos para nuestro pueblo.





 Como viene siendo habitual en nuestras rutas, los locandares descansamos tomándonos unos bocadillos, con nuestra bebida más reconstituyente, " BOTELLÍN DE CRUZCAMPO ".





 Total un buen día, con la compañía de buenos amigos. ! Que más se le puede pedir !.

Espero que os haya gustado.

Un abrazo y hasta otra aventura de este grupo de chalados.


FOTOS:  - Antonio Manfredi.
               - J. Antonio Montero.

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