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13/6/13

AMANECER EN EL PARQUE NATURAL DE SIERRA DE ARACENA Y PICOS DE AROCHE (FUENTEHERIDOS- LOS MARINES- LINARES DE LA SIERRA- ALAJAR- CASTAÑO DEL ROBLEDO- FUENTEHERIDOS, 08/06/2013))


Hola amigos de los Locandares, aquí os contamos otra de nuestras aventuras.

Ahora nos toca una por el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, por uno de los parajes más bellos de la serranía de Huelva. Entre los pueblos emblemáticos de Fuenteheridos, Los Marines, Linares de la Sierra, Alajar, Castaño del Robledo.

Es una ruta circular con una longitud de 34 km, de dificultad MEDIA-ALTA (por la distancia recorrida y el desnivel de su recorrido) y una duración de 10 horas aprox.


Partimos desde Aznalcazar a las 3 de la mañana en dirección hacia Fuenteheridos después de haber tomado café en el bar de copas Baobab, que a esa hora de la noche permanecía abierto en el pueblo.

Sobre las 5:15 aprox. llegamos a Fuenteheridos, nos colocamos nuestras mochilas,  y tras hacernos la foto de grupo comenzamos nuestra ruta.




  Arriba de izquierda a derecha ( Roque, J. Álamo, Felipe, J. Cabello, Carmen, Jose Antonio, Paqui, Daniel)
  Abajo de izquierda a derecha ( Diego, Gallego, Juanma, Montero)

La madrugada se presentaba nublada y al principio de la ruta nos cayeron algunas gotas, aunque la predicción de agua durante el día era nula . Después de dar con el inicio del sendero Fuenteheridos- Aracena, nos pusimos en marcha para llegar al municipio de Los Marines y primera escala de nuestra ruta.




Al no haber luna llena tuvimos que emplear los frontales para para seguir el sendero. En los primeros metros de sendero nos ocurrió una de las anécdotas más graciosas de la ruta. Un burro que estaba tranquilamente durmiendo en un cercado se asusto al ver la luz, y empezó a rebuznar con tal fuerza que algunos  miembros del grupo que no lo esperaban se sobresaltaron. Las risas salieron por doquier.


Después de una hora y media de camino llegamos a la parte alta del  pueblo de los Marines, donde hicimos una breve parada en una fuente con abrevadero, descansamos un poco y tomamos algo de líquido.


Una vez repuestas las fuerzas tomamos dirección a la parte baja del pueblo,  pero tuvimos la genial idea de seguir el sendero de Aracena-Fuenteherido, lo que nos dio una vuelta considerable por la sierra hasta llegar a la parte baja del pueblo.

Caminando por el sendero Fuenteheridos-Aracena en dirección a la parte baja del pueblo de los Marines  nos salió una bifurcación que nos puso en duda por que camino tomar, aquí llegó la primera prueba de orientación para el grupo, ya que corríamos el peligro de dirigirnos en vez de los Marines hacia Aracena.

Después de que  Diego agotara toda las posibilidades de dar con el sendero correcto mirando planos, nuestro compañero Jose Antonio con el GPS de su movil nos saco de la duda y pudimos tomar el sendero adecuado que nos llevó hacia el pueblo de los marines.




Una vez en el pueblo tomamos dirección hacia una gravera, donde tomando el camino que sale por la derecha de la misma se encuentra el inicio de sendero del "Alto del Chorrillo", que nos llevaría hacia Linares de la Sierra.





Por el sendero nuestro amigo Gallego gran experto en buscar espárragos, setas.... dio con unos hermosos ejemplares de espárragos. Roque se le pasaba por la mente que buena tortilla se podía hacer con esos ejemplares.


Nos adentramos en la zona de Umbrias y Solanas, donde el recorrido del sendero discurre sucesivamente por zonas de umbría ( más frescas y humedas orientadas al norte) y de solana ( más secas y calientes orientadas al sur ).

Sus límites son delatados por la vegetación, así mientras que encinas, olivos, jaras y especies aromáticas como el cantueso son predominantes en la solana, las zonas de umbría son caracterizados por helechos, madreselvas, quejigos, castaños y alcornoques.





Seguimos dirección hacia Linares de la Sierra, recreándonos de las magníficas vistas del Parque natural de la Sierra de Aracena. Por el sendero pasamos por unas casas de campo que antiguamente estuvieron habitadas por habitantes del lugar y ahora se explotaban como casas rurales.




Después de unas horas caminando llegamos a Linares de la Sierra. Un pueblo que se encuentra entre Alajar y Aracena, uno de los espacios protegidos más importantes de la Comunidad Onubense. Este pueblo parece que se encuentra en simbiosis con la naturaleza del entorno. Los locandares lo hemos visitado ya varias veces y tenemos que decir que cada vez nos gusta más.





Del pueblo de Linares cabe destacar sus calles empedradas, el lavadero público y los "Llanos" o "Empedrao".

" El Empedrao" es una curiosa manera de adornar los suelos de las calles y sobre todo la entrada de las casas. Parece ser que esta tradición viene por influencias del cercano pueblo portugués. Los empedraos son siempre bicolores y la temática suele ser geométrica, aunque a veces también tienen motivos florales.





Nos dirigimos hacia la plaza  de toros del pueblo que sirve de teatro al aire libre y otros eventos sociales. Hicimos una parada para desayunar y tomarnos unas buenas tostadas con zurrapa de cerdo ibérico para recuperar fuerzas.



Una vez recuperadas las fuerzas retomamos nuestra andadura por la sierra. Buscando el inicio de sendero que nos llevaría hacia el pueblo de Alajar, pasamos por la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista ( Se levanta junto a las ruinas de finales del siglo S. XVIII y fue acabada en 1843).





Dejamos atrás el pueblo de Linares de la Sierra dirigiéndonos hacia Alajar. Nos acompañaba una acequia por la cual corría bastante agua, y en ella encontramos un buen ejemplar de sapo.




 El grupo iba a encontrar la primera subida importante de la ruta, ya que aunque en el cartel de la Junta dice que el nivel de dificultad es Bajo hay que abrir los "carburadores",como dice nuestro amigo Richard, para poder subir la fuerte pendiente.





! Mirad que carita lleva nuestra amiga Paqui !.


Una vez completada la primera pendiente, cruzamos una pequeña escalinata de madera y tuvimos un falso llan que nos valió para relajar un poco las piernas. De nuevo nos encontramos con la última subida del sendero que nos llevaría a su tramo más alto.





Una vez acabada la pendiente el sendero nos llevó hacia abajo hacia un riachuelo que tuvimos cruzar  entre piedras. Caminábamos por un paisaje de ribera que se caracteriza por tener un microclima con una elevada humedad que permiten albergar una amplia variedad de especies vegetales (chopos, sauces, escaramujos, hiedras, zarzas, parras silvestres...) y faunísticas (ranas, sapos, salamandras, musarañas, turones...).

Con este magnifico paisaje y con su multitud de olores, llegamos al pueblo de "Alajar".





Sin pausa nos dispusimos a encontrar el inicio del sendero del "Calabacino", que nos llevaría hacia el pueblo del "Castaño del Robledo". Callejeando por las calles de Alajar buscando a nuestro amigo Roque que lo habíamos despistado por el interior del pueblo, pasamos por la Iglesia de San Marcos.

Al final dimos con él, estaba esperándonos en la calle que nos llevaría hacia el inicio de sendero. "Los perdidos eramos nosotros".





Tomamos dirección hacia la aldea del Calabacino, con la mente ya hecha que habíamos completado la mitad de la ruta.

El sendero se presentaba con cuestas inclinadas y con piedras sueltas. Muchos de sus tramos concurren entre muros de piedra.





 El Calabacino es una aldea que se encuentra situada en el termino municipal de Alájar. La localidad llegó a contar con 600 habitantes a lo largo del siglo XX hasta quedar completamente abandonada, situación en la que permaneció muchos años.

Sin embargo a partir de los años 70 del siglo XX, comenzaron a llegar nuevos pobladores que eran principalmente personas de vida bohemia, dedicadas a la artesanía o al arte. Al principio actuaron como okupas pero posteriormente se fueron integrando al municipio de Alajar y adquiriendo las viviendas.





El sendero del Calabacino nos llevaría hacia el pueblo "El Castaño del Robledo" siguiente punto de nuestra ruta. La vegetación nos envolvía dando una belleza extraordinaria a este sendero.





Comenzamos a caminar entre castaños, nos intuíamos que estábamos ya en termino del pueblo del Castaño del Robledo. El tamaño de sus troncos es inmenso, por el diámetro de sus troncos tienen que ser arboles ancestrales.





Entre risas el grupo iba caminando dirección hacia el Castaño del Robledo. De vez en cuando algún loco del grupo pegaba una voz entonando "Viva Los Locandares, Que bonita la naturaleza", sería que el cerebro fallaba ya por los km que llevabamos ya en el cuerpo.





Sobre las una de la tarde llegamos al pueblo del Castaño del Robledo, algo ya cansados del recorrido de la ruta, a la plaza principal del pueblo donde se encuentra el ayuntamiento, e hicimos una parada para refrescarnos con unos refrescos y unas rondas de cervezas que nos supieron a gloria.





 Después de un breve descanso nos dispusimos a encontrar el sendero de "La Ribera del Jabugo" que nos llevaría a la localidad de Galaroza. Caminando por sus calles encontramos una estampa curiosa, lo que llamamos nosotros por Aznalcázar una peregrinación. Esta peregrinación era a una virgen del pueblo.


En dirección al sendero pasamos por "La Iglesia Inacabada" o " La Iglesia del Cementerio". Es el edificio más llamativo del pueblo del Castaño. Hay muchas leyendas que giran en torno a esta construcción, Una de ellas cuenta que los Jesuitas adelantándose a la huida de la ciudad, decidieron montarse un refugio alternativo a lo grande. Pero los Jesuitas fueron expulsados de España y la obra quedó sin terminar.


Una vez localizado el sendero " La ribera del Jabugo", nos pusimos en marcha hacia la localidad de Galaroza. Un sendero de ribera bastante sombrío que acompaña al río Jabugo.





 La vegetación y la flora de este sendero es impresionante.


Digitalis purpurea



Cruzamos la ribera por unas maderas habilitadas para este propósito. Los miembros del grupo esperamos la instantanea del día por si alguien hacía cuerpo al agua. Pero todo el mundo paso sin problemas.




Seguimos caminando y ocurrió el despiste del día, teníamos que seguir por la ruta de " La Ribera del Jabugo, una ruta muy liviana cuyo recorrido es pendiente abajo acompañando siempre a la ribera y cual fue nuestra sorpresa que en una bifurcación de senderos tomamos el sendero " Castaño del Robledo- Fuenteherido".





Nos dimos cuenta después de andar unos km, y después de deliberar decidimos modificar la ruta y seguir por este sendero hacia Fuenteherido y fin de nuestra ruta. La sorpresa fue cuando caminando por el sendero llegamos a un cancelin privado que nos hacia girar hacia un camino poco transitable que nos daba mucho mosqueo.
La suerte nuestra fue que de esta parcela privada salió un coche, "Gracias a Dios", donde pudimos preguntar a un hombre por donde había que tirar para llegar a Fuenteheridos. Esta persona muy amablemente nos comentó que teníamos que volver un km hacia detrás y tomar un sendero que nos llevaría hacia nuestro destino. 
Las mujeres del grupo muy agotadas de los muchos km que llevábamos ya en nuestras piernas decidieron hacer el km que nos había comentado el hombre montado en su coche. " Las risas fueron constantes" y creo que a más de uno le entró la gana de haberse montado también. No fue mala la idea de nuestras féminas, ya que nos servía al resto del grupo como señales de donde comenzaba el sendero que nos iba a llevar a Fuenteheridos.





Una vez por el sendero que nos había comentado este hombre, que ni en sueño podía habersenos ocurrido tirar por allí ya que la entrada del sendero es bastante pequeña, encontramos un lugar de cuentos de hadas donde había un cartel clavado en una encina que ponía " Bosque encantado", y no había duda que lo era.



 


A las 15:30 horas y con 34 km sobre nuestras piernas llegamos al pueblo de Fuenteheridos y fin de nuestra aventura. 



 Esperamos que os haya gustado.

!HASTA OTRA AMIGOS DE LOS LOCANDARES!

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