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27/7/14

RUTA: LAS ANGOSTURAS DEL RÍO GUADALMINA ( BENAHAVÍS, MÁLAGA 12/07/2014) .


Hola amigos de los Locandares, volvemos con otra aventura.

Esta vez sobre un río y en uno de los parajes más bellos de nuestra costa andaluza, vadeando el río Guadalmina (Málaga).

El río Guadalmina ( wadi de las minas) es un río corto de la cuenca mediterránea andaluza, que transcurre por la provincia de Málaga. De 28 km de longitud, nace en la Sierra Bermeja en el término municipal de Igualejo y desemboca en el municipio de Marbella.

En su paso por Benahavís, el agua permanece todo el año gracias a sus acuíferos Kársticos, formando un paraje denominado "Las Angosturas".  El río tuvo en el pasado una gran importancia estratégica defensiva y sirviendo sus aguas para mover molinos harineros.


Ruta circular con un nivel de dificultad MEDIA por lo erosionado del terreno, distancia aprox de unos 4 km y medio (Ida y vuelta) y un tiempo estimado de unas 5 horas aprox con paradas incluidas.


Partimos desde Aznalcázar a las 6:00 en dirección hacia Benahavís (Málaga). Después de desayunar por el camino llegamos sobre las 10:00 aprox.

Después de cruzar el cartel de bienvenida del pueblo tomamos hacia la derecha , donde nos esperaba nuestro amigo Isidoro que estaba pasando el fin de semana en la playa de la Victoria (Málaga) y decidió acompañarnos a la ruta.






Alguno de los miembros del grupo no pudieron más y se atrevieron a tomar una cruz del campo para reponer fuerzas antes de iniciar la ruta.


Una vez ya colocadas las mochilas y hacernos la foto de rigor, nos dirigimos hacia las afuera del pueblo y a unos metros tomamos un camino hacia la izquierda que nos llevaría hacia el cauce del río y con ello la primera poza.






 Llegamos a La Poza de las Mozas, esta se puede rodear a través de las rocas o cruzar a nado como hizo alguno de nuestros miembros del grupo. Después de realizar la ruta entera, para nosotros fue uno de los puntos más complicado de la ruta.







El inicio de ruta no fue todo lo bien que esperábamos, aunque nos dio motivo para las primeras risas. El Viri como lo llamamos el grupo le dio la cámara de foto a su cuñado para que se las mantuviera mientras que él pasaba un tramo de la poza y él ni corto ni perezoso se le fue la hoya y se tiro a la poza.  " PERDIMOS LA PRIMERA CÁMARA".

Rodeando la poza de las Mozas nuestra amiga Carmen resbaló, haciendo el momento uno de los más simpáticos de la ruta,  sus gafas volaron en la caída y uno de los cristales se rompieron, realizando la ruta con un cristal y las risas del resto de los miembros.


Una vez sorteado la poza de las Mozas y encauzado el río, seguimos con el agua por los tobillos y sorteando numerosas piedras que nos encontrábamos sobre el mismo lecho.






! Mucha agua en los botines !


Llegamos a una zona de pasillos estrechos encajonados por grandes piedras.





 El río se encajonaba entre los bloques de piedra dando el origen al nombre de las angosturas del río Guadalmina.

Dada a la estrechez del río en algunos tramos, su profundidad era considerable, tanto que nuestro amigo Roque intentó tocar el fondo y tuvo que desistir sin conseguirlo. Esto hizo que tuviéramos que utilizar el nado en algunos tramos del mismo.







La ruta era como una iniciación al barranquismo, nunca habíamos realizado una ruta de tal índole y de nuestra experiencia para las personas que algún día vaya a realizarla, os recomendamos que lleven botas de trekin que tengan agarre y si van en tiempo estival no es necesario llevar neopreno ya que el baño incluso es reconfortante por las altas temperaturas.






Caminábamos entre helechos, adelfas y juncos y otras plantas de ribera. Al mirar hacia arriba observábamos algunos árboles caídos que unían una pared con la otra del río.







Con los brazos algo cansados de bregar con las piedras y el agua, tomamos un respiro para reponer algo de líquido.






! Mirad que planta más rara !.


Después de este breve descanso seguimos aguas abajo, recreándonos en el paisaje.






 Mientras nadábamos por el interior, las risas y juegos en el agua abundaban por doquier.





Salimos del tramo que denominan la cueva y de nuevo vimos el sol, que nos vino de miedo para tomar algo de calor el cuerpo.

"PERDIMOS LA SEGUNDA CÁMARA", nuestro amigo Isi dejó abierta la bolsa estanque donde tenía metida la cámara y buceo un poco, al final pudo recuperar las fotos que había hecho.





Llegamos a un paso que se nos hacía un poco complicado y ahí estaba nuestro amigo Isi para echar una mano a las féminas del grupo para evitar posibles resbalones.






Mientras el resto del grupo pasaba este tramo, otros miembros del grupo descansaban sentados en rocas y otros aprovechaban algunas cuerdas que colgaban en la roca para subirse a un montículo y lanzarse en forma de bomba al agua.





Llegamos a un tramo donde teníamos que tener mucho cuidado y andar con mil ojos, ya que el agua se tornaba completamente verde y pudimos apreciar que era por la proliferación de algas y con ellos un resbaladizo verdín.






A unos 300 metros llegamos a una pequeña presa de unos 4 metros de altura que tuvimos que sortear para seguir río abajo. Este lugar fue otros de los tantos alicientes que la ruta nos ofrecía.






Tuvimos que realizar un pequeño rapel para sortear este obstáculo. Hay una cuerda colocada para realizarlo, pero es conveniente llevar una por si acaso.

Hay otra forma de sortear este obstáculo, resbalándose por un pequeño tobogán natural que hay en la izquierda, pero nosotros no lo aconsejamos ya que pudimos apreciar in situ una caída considerable de una persona que lo estaba realizando.









A pocos metros el cauce del río se abre dando lugar a una pequeña playa, desde este punto se puede acceder a la carretera y regresar andando a Benahavís o como hicimos el grupo que nos dirigimos aguas abajo hasta encontrar a nuestra izquierda un sendero que después de una subida por una pista forestal nos llevaría hasta una acequia.






 Una vez localizada la acequia tomamos dirección hacia Benahavís siguiendo su cauce.






Caminábamos por el lado de la acequia, aunque aveces por lo complicado que se ponía el terreno entrábamos en el interior de la misma.



Por la acequia encontramos numerosos anfibios e insectos, también dimo con una tortuga.





Los últimos metros y ya viendo el pueblo de Benahavís. Sin duda un día esplendido rodeado de grandes amigos.





 Después de cambiarnos y ponernos ropa seca, nos dirigimos hacia un parque del pueblo que tenía unos merenderos y almorzamos antes de dirigirnos de nuevo hacia nuestro pueblo, "Aznalcázar".






 Espero que os haya gustado.

! Hasta otra amigos de los LOCANDARES !



FOTOS:     - Isidoro Cabello.
                   - Juan Antonio Montero.

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