Hola amigos!.
Esta vez nos dirigimos a la provincia de Cáceres para patear y participar en la I Concentración de Senderismo en el Valle del Jerte. Organizada por Alberjerte S.L en el pueblo de el Torno, durante el fin de semana. Nos iban a mostrar algunos parajes de este bello valle.
Desde este blog le damos las gracias a Alberjerte S.L por la magnifica organización del evento y los días tan inolvidables que nos hicieron pasar por su tierra.
El Sábado nos tocó realizar una ruta que discurre por la Ruta de Carlos V y por la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, estupendamente guiada por el club de montaña Valcorchero.
Ruta lineal con una longitud de 15 km, duración aprox. de 6 horas y una dificultad MEDIA.
Después de haber pasado la primera noche en el pueblo de El Torno, nos dirigimos en autobús hacia el centro de interpretación de la reserva natural "Garganta de los Infiernos", situado entre las localidades de Jerte y Cabezuela del Valle.
El día había amanecido con alerta amarilla en el valle por abundantes precipitaciones, y por nuestras cabezas rondaba que probablemente la ruta del Sábado se iba a suspender por estas inclemencias. Pero cual fue nuestra sorpresa, que una vez llegado a los aparcamientos del Centro de interpretación e inicio de la ruta, dejó de llover y el valle nos enseñó toda su belleza. Nuestros guías nos comentaron que era "La Magia del Valle".
Una vez colocadas nuestras mochilas, cruzamos el río Jerte y llegamos al inicio de la ruta.
La Reserva Natural Garganta de los Infiernos es un espacio natural protegido situado al norte de la provincia de Cáceres, en el extremo occidental de la Sierra de Gredos. Está comprendida entre la vertiente noroeste de la Sierra de Tormantos, la vertiente suroeste de la Sierra de Gredos, y el río Jerte.
Situada en la cabecera de la comarca del Valle del Jerte, es la puerta de entrada a la Comunidad Autónoma de Extremadura desde la provincia de Ávila. Las máximas altitudes se alcanzan en la Cuerda de los Infernillos (2.281 m) y el Cerro del Estecillo (2.290 m).
Tomamos la ruta Circular de la Garganta de los Infiernos en dirección a los Pilones, y comenzamos a ascender por un sendero muy bien señalizado con balizas con la bandera de Extremadura.
Después de varios metros ascendiendo pudimos apreciar a lo lejos las primeras cascadas. Nos desviamos hacia la izquierda en dirección hacia los Pilones, haciendo eses entre bloques graníticos y gneis.
Seguíamos subiendo, entre robles, hayas, fresnos... La niebla se disipo por completo y pudimos apreciar las cumbres nevadas. Una estampa del Jerte para nunca olvidar.En algunos tramos del sendero se hacía impracticable caminar por el mismo, ya que estaban totalmente cubiertos de agua o corrían torrenteras por el mismo. El grupo tuvo que buscar otras alternativas para cubrir el trayecto.
Pudimos ver una pareja de buitres que sobrevolaban el cielo cerca de nosotros. Los buitres son aves rapaces del orden falconiformes, carroñeras, que se alimentan únicamente de animales muertos.
Estas son aves de gran tamaño, por eso utilizan las corrientes térmicas para elevarse y mantener los largos planeos que necesitan para patrullar grandes extensiones en busca de carroña.
Una vez arriba del collado nos dispusimos a bajar por un sendero ancho bien asfaltado con piedras, que nos llevaría hacia los Pilones. En la bajada tuvimos que tener mucha precaución con los resbalones, ya que el terreno empedrado estaba bastante mojado.
A pocos metros llegamos a los Pilones. El paso del agua ha ido labrando la piedra y creando "pilones" naturales que son marmitas gigantes que permiten disfrutar de un buen chapuzón en verano, y de un magnifico paisaje durante todo el año.
Era impresionante en esta época del año ver el agua golpear con tanta fuerza sobre las rocas graníticas. El ruido era ensordecedor. ! Un espectáculo sin igual !.
Después de cruzar por el puente tomamos dirección hacia la izquierda, caminando sobre el margen derecho de los pilones y recreándonos de este soberbio paisaje.
El grupo tomó un pequeño descanso para tomar algo de líquido y reponer un poco las fuerzas.
Pedro y Eugenio, nuestros compañeros de habitación que venían de el Escorial, donde hemos tenido el placer de conocerlos y haber pasado un formidable fin de semana en su compañía.
Ellos tenían la habilidad de encontrar lugares increíbles de tanta belleza que a otras personas se les pasaba por alto, y a donde iban ellos, allí les seguíamos nosotros. Encontramos una pequeña cascada que vertía sus aguas a los Pilones.
Pedro y Eugenio, nuestros compañeros de habitación que venían de el Escorial, donde hemos tenido el placer de conocerlos y haber pasado un formidable fin de semana en su compañía.
Ellos tenían la habilidad de encontrar lugares increíbles de tanta belleza que a otras personas se les pasaba por alto, y a donde iban ellos, allí les seguíamos nosotros. Encontramos una pequeña cascada que vertía sus aguas a los Pilones.
Después de este pequeño descanso comenzamos a subir de nuevo, a la vez que cogíamos más altura se veían unas vistas impresionantes de los pilones.
Una vez arriba tomamos un sendero bien definido hacia la izquierda, en dirección hacia la Garganta chica o Collado de las Yeguas. Subíamos y bajábamos por este sendero, contemplando en él numerosas chorreras y cascadas. ! El espectáculo del agua era sublime !.
Entre risas y buen ambiente llegamos al Collado de las Yeguas, decidimos hacer una parada para tomar algo de picar y apaciguar el gusanillo del hambre, con el pedazo de picnic que nos había ofrecido la organización del evento.
Tomamos dirección hacia el Puente Nuevo, pero antes teníamos que cruzar hasta la otra garganta, el problema era que, como nos dijo nuestro guía, con las abundantes precipitaciones caídas y el deshielo de las cumbres los ríos y arroyos iban con mucha agua.
Después de andar varios metros por el collado encontramos un lugar donde pasar hasta la otra garganta. Aquí paso una de las peripecias más graciosas de la ruta, ya que Felipe que había tenido unos amagos de caídas durante el día, en este lugar resbaló y cayó en el agua manchándose el trasero.
Una vez cruzado a la otra garganta, tomamos dirección hacia el puente del Carrascal para enlazar con el sendero que nos llevaría al Puente Nuevo.
El paso de este puente es otro de los atractivos de esta ruta, por la cantidad de agua que llevaba el arroyo que pasaba por él en esta fecha, con saltos de agua que aumentaban su caudal.
El grupo tomó dirección hacia el Puente Nuevo, tomando un sendero bien señalizado y ascendente que nos llevaría hacia la fuente de los Zarzalones y una pequeña casa que sirve a los ganaderos del lugar pasar la noche con su ganado.
De vez en cuando a lo lejos, se abría el cielo y dejaba caer unos rayos de sol, que iluminaba la loma de la montañ, dando unos contrastes en el paisaje, que sin duda un pintor no dudaría en plasmarlos en un lienzo.
Sobre las 15:00 horas aprox. llegamos al Puente Nuevo o de Carlos V. El puente Nuevo de factura romana, fue construido para salvar la Garganta de la Serrá a 900 m de altura.
Se le da también el nombre de puente de Carlos V y paso obligado para las personas que realizan la Ruta de Carlos V.
Una breve introducción histórica:
Carlos V nieto del rey Fernando que nació en Febrero de 1500 en la ciudad de Gante y llegaría a ser rey de España en 1516 y emperador de a Alemania en 1519.
Este príncipe considerado prototipo del gobernante renacentista y uno de los monarcas más poderosos de su tiempo, eligió para los últimos años de su existencia, en la Extremadura Castellana y en las cercanías de la población de Cuacas de Yuste en plena Vera extremeña, un humilde monasterio el de Yuste. Carlos V realizará su ultima proeza al atravesar, por la Sierra de Tormantos, históricas veredas trazadas por los lugareños para unir El valle del Jerte con la Vera, dándole el nombre a su recorrido: La Ruta de Carlos V.
Aprovechamos el lugar y la hora que era para hacer una parada , descansar y comernos el bocadillo de tortilla tan delicioso que nos había preparado Alberjerte.
Después de reponer un poco las fuerzas continuamos nuestra marcha con bastante frío, ya que en este lugar había descendido la temperatura bruscamente y teníamos una sensación de 2 a 3 grados. Iniciamos la ascensión al collado de las Losas.
Pueblo de El Jerte
Al descender el collado pudimos apreciar numerosos parcelas con cerezos. Ya se les podía ver las metidas en el árbol.
Llegamos al pueblo de El Jerte, cruzando por el puente el río Jerte que da nombre al valle y al municipio. Nos comentó la guía que en verano cierran las compuertas y hacen una pequeña playa artificial, en un margen del río traen arena fina de playa y en la otra con bastante sombra se resguardan del sol.
Los niños y los visitantes que vienen en esa época del año se lo pasan en grande, disfrutando de aguas cristalinas.
Espero que os haya gustado.
! HASTA OTRA AVENTURA AMIGOS !.
FOTOS: Juan Antonio Montero.
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