Hola amigos!.
Esta vez nos dirigimos a la provincia de Cáceres para patear y participar en la I Concentración de Senderismo en el Valle del Jerte. Organizada por Alberjerte S.L en el pueblo de El Torno durante el fin de semana. Nos iban a mostrar algunos parajes de este bello valle.
Desde este blog le damos las gracias a Alberjerte S.L por la magnifica organización del evento y los días tan inolvidables que nos hicieron pasar por su tierra.
"El Torno" es uno de los municipios del Valle del Jerte (Cáceres). Su término municipal limita con los municipios de Jarilla, Vadastillas, Casas del Castañar y Cabezabellosa.
Hay numerosas gargantas y arroyuelos en sus inmediaciones. Historicamente el pueblo estuvo habitado desde época prehistórica, pero a pesar de los asentamientos de culturas como vetona, celta, romana y árabe, el nacimiento de El Torno como población no se da hasta la Baja Edad Media.
Desde aquí le damos un fuerte abrazo a todos los miembro del grupo de senderismo, y en especial a Pablo, por su hospitalidad y los buenos ratos que pasamos con ellos en esta concentración.
Ruta lineal con una longitud de 7 km, duración aprox. de 3.5 horas y una dificultad BAJA.
La mañana se presentó lluviosa. Después de hacer la foto de grupo de rigor, nos dirigimos pueblo abajo para tomar el sendero que nos llevaría hacia la Garganta de la Puria.
Una vez que salimos del pueblo tomamos dirección hacia la izquierda por la carretera, a unos metros de nuevo tomamos por una pista hacia la izquierda.
Desde la carretera se podían apreciar unas vistas magníficas del valle, donde las nubes pasaban entre las gargantas del mismo.
Tomamos un sendero donde abundaban parcelas de castaños, aunque el tiempo de las castañas había ya pasado encontramos algunas de ellas en los arboles resistiéndose a caer al suelo.
En algunas de ellas pudimos ver que las vallas construidas de piedra se habían derrumbado a causa de las constantes lluvias que están azotando este año el valle.
Dejamos el castañar a nuestra izquierda y tomamos dirección hacia la derecha por unos cultivos de cerezas. En este sendero nos encontramos nuestro primer obstáculo, ya que tuvimos que sortear entre piedras un arroyo con bastante agua.
Dejamos los campos de cerezos y nos adentramos en un hermoso robledal. Caminábamos por una alfombra de hojas, ya que en esta época del año el bosque yace desnudo.
Mirad que piedr tana enorme, parece como si la hubieran puesto adrede en este lugar.
Seguímos en dirección hacia la garganta de la Puria, y la lluvia no nos daba un respiro. Nos adentramos en una zona que el matorral nos cubría casi todo el cuerpo, parecía que caminábamos en un bosque del paleolítico.
Llevábamos un sendero señalizados con hitos blancos y amarillos que nos llevaría hacia la garganta de la Puria. Muy pronto pudimos divisar la enorme chorrera que cruza toda la garganta.
Bajamos un sendero prolongado hasta llegar a un puente donde cruzamos hasta la garganta, y después de un breve descanso comenzamos la ascensión a la misma.
Pedazo de foto con nuestros compañeros de habitación en el albergue, nuestros amigos Pedro y Eugenio senderistas del Escorial, con los que pasamos unos días entrañables.
Mientras subíamos la garganta vimos algunos veladores de maderas, donde los lugareños de los alrededores y cuando el tiempo se lo permite, puedenn disfrutar de un día de campo formidable en un entorno sin igual.
Continuamos subiendo la garganta, deleitándonos de este hermoso paraje y escuchando el ruido ensordecedor del agua golpeando entre las rocas.
Después de una leve ascensión entre pedreras llegamos arriba de la garganta. No dejamos de recrearnos en las numerosas cascadas que nos encontramos a nuestro paso, era un placer para nuestros ojos ver tanta belleza.
Mirad la erosión del agua la forma tan curiosa que ha dado a esta roca.
Ya de vuelta, nuestros guías decidieron cruzar la garganta por otro puente, otro de los atractivos de la ruta. Antes de llegar a dicho puente el grupo tuvo que cruzar por un sendero donde la vegetación era exuberante.
! Impresionante árbol !
Esperamos que os haya gustado.
Hasta otra aventura, amigos de los Locandares.
FOTOS:
- Juan Antonio Montero.
Desde la carretera se podían apreciar unas vistas magníficas del valle, donde las nubes pasaban entre las gargantas del mismo.
Tomamos un sendero donde abundaban parcelas de castaños, aunque el tiempo de las castañas había ya pasado encontramos algunas de ellas en los arboles resistiéndose a caer al suelo.
En algunas de ellas pudimos ver que las vallas construidas de piedra se habían derrumbado a causa de las constantes lluvias que están azotando este año el valle.
Dejamos el castañar a nuestra izquierda y tomamos dirección hacia la derecha por unos cultivos de cerezas. En este sendero nos encontramos nuestro primer obstáculo, ya que tuvimos que sortear entre piedras un arroyo con bastante agua.
Dejamos los campos de cerezos y nos adentramos en un hermoso robledal. Caminábamos por una alfombra de hojas, ya que en esta época del año el bosque yace desnudo.
Mirad que piedr tana enorme, parece como si la hubieran puesto adrede en este lugar.
Llevábamos un sendero señalizados con hitos blancos y amarillos que nos llevaría hacia la garganta de la Puria. Muy pronto pudimos divisar la enorme chorrera que cruza toda la garganta.
Bajamos un sendero prolongado hasta llegar a un puente donde cruzamos hasta la garganta, y después de un breve descanso comenzamos la ascensión a la misma.
Pedazo de foto con nuestros compañeros de habitación en el albergue, nuestros amigos Pedro y Eugenio senderistas del Escorial, con los que pasamos unos días entrañables.
Mientras subíamos la garganta vimos algunos veladores de maderas, donde los lugareños de los alrededores y cuando el tiempo se lo permite, puedenn disfrutar de un día de campo formidable en un entorno sin igual.
Continuamos subiendo la garganta, deleitándonos de este hermoso paraje y escuchando el ruido ensordecedor del agua golpeando entre las rocas.
Después de una leve ascensión entre pedreras llegamos arriba de la garganta. No dejamos de recrearnos en las numerosas cascadas que nos encontramos a nuestro paso, era un placer para nuestros ojos ver tanta belleza.
Mirad la erosión del agua la forma tan curiosa que ha dado a esta roca.
Ya de vuelta, nuestros guías decidieron cruzar la garganta por otro puente, otro de los atractivos de la ruta. Antes de llegar a dicho puente el grupo tuvo que cruzar por un sendero donde la vegetación era exuberante.
Tomamos dirección de vuelta hacia el pueblo, pero antes entramos en una parcela de cerezos y nuestros guías nos mostraron el injerto de un cerezo, y nos comentaron la recolección de la cereza.
También nos mostraron los Chozos. Estos son unas construcciones circulares basadas en los antiguas casas celtas y que pervivieron a través de los pastores jerteos. Estos pastores se alimentaban de patatas que sembraban en la misma finca.
El día cada vez se ponía más feo, y en este tramo de ruta nos cayo algunos copos de nieve, que para algunos miembros del grupo como nosotros era una fiesta ya que en nuestra vida habíamos presenciado nevar.
Nuestros guías decidieron tomar el camino de regreso por el sendero más cercano hacia el pueblo del Torno, ya que a muchos de los miembros del grupo nos quedaban bastantes horas de camino para llegar a nuestros destinos.
Esperamos que os haya gustado.
Hasta otra aventura, amigos de los Locandares.
FOTOS:
- Juan Antonio Montero.
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