RUTA NOCTURNA, SUBIDA AL PICO LA MAROMA (2.068 m. MALAGA 15/09/2015).

Hola amigos de los Locandares, aquí os contamos otra de nuestras aventuras.

Como sigue siendo habitual en época estival, tocaba hacer una nocturna de las que se quedan grabadas en nuestra memoria para siempre por su dureza y su belleza. Nos dirigimos al Parque Natural de Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama para realizar la ascensión nocturna del pico más alto de la provincia de Málaga. El Pico Tejeda o Maroma con sus 2.068 m de altitud.

El pico montañoso más alto de la provincia de Málaga es TEJEDA. Se llama así por la gran cantidad de Tejos que en otro tiempo había en la zona.

En la cima de este pico se encuentra una cavidad que durante mucho tiempo se utilizó como pozo de nieve. La profundidad de este pozo era tal que obligaba a los lugareños a usar una gruesa "maroma" (cuerda que utilizan los marineros). Esto hizo que le dieran el nombre de Maroma.

La ruta es lineal con una longitud aprox. de 20 km , un nivel de dificultad ALTO y una duración aproximada de 12 horas ida/vuelta.

Salimos a las 21:30 de la noche desde Aznalcázar con buena climatología tras habernos tomados unas tapas en el Bar Bahía. La carretera que llega a Alcaucín es la MA-4104. Sale desde Puente de Salía a unos 15 km al Norte de Vélez Málaga por la A-356.

Después de 4 horas de camino llegamos a nuestro destino. Mientras esperábamos a nuestro amigo Isi que venía del Rincón de la Victoria, buscamos un bar para tomar un café que nos tuviera bien despiertos para la ascensión que se nos venía encima.

Con el café tomado e Isi con nosotros, nos desviamos dentro de Alcaucín por una carretera hacia la izquierda que indica el camino. A unos  6 km se encuentra el área recreativa Cortijo del Alcázar donde se inicia el sendero. En sus inmediaciones se conservan unas ruinas de una antigua fortificación árabe.

A las dos de la mañana llegamos allí y tras colocarnos los equipos y hacernos la foto de grupo comenzamos a caminar.

Caminamos por una pista forestal durante unos 6 km aprox. que nos llevó hasta el Cerro Tacón.

En la pared vertical del Cerro Tacón y al iluminar nuestro amigo Isi con un potente led pudimos apreciar una de las estampas más bellas de la ruta. Justo allí estaban una cabra montesa y su cabrito pasando de un lado a otro de la misma. Nos parecía imposible que estos animales pudieran andar con tanta agilidad por esa pared vertical. Una pena no llevar una buena cámara para inmortalizar el momento.

Al acabarse la pista forestal encontramos un artilugio metálico utilizado para medir la nieve, un "Nivómetro".

Después de un pequeño descanso tomamos un sendero a nuestra derecha, la loma de las Víboras que nos llevaría al Collado Cerro del Mojón,

Tras unas horas de una fuerte subida donde subimos el Collado de Fuente Santa y Collado del Acarraero, llegamos al Collado Casa de las Nieves. Este último collado se caracteriza por su formación rocosa en forma de U.

Diego, una de las cabezas pensantes del grupo, tuvo la mejor idea de la noche al comentarnos que esperáramos refugiado en las rocas hasta que cuadráramos la hora de amanecer en la cima. El frío arreciaba a partir de ese punto y era conveniente esperar allí.

Estuvimos todos de acuerdo e incluso hubo miembros del grupo que echaron un pequeño sueño acomodándose como podían entre las rocas.

Sentados a unos dos mil metros, en el silencio de la noche y mirando el espectáculo que nos ofrecía el cielo cubierto de estrellas, la verdad fue una experiencia que nunca olvidaremos.

Después de esperar una hora arropados entre las  rocas decidimos que era el momento para realizar el último tramo y hacer cumbre, justo antes que amaneciera según los cálculos que había realizado Diego.

 Una vez coronado el Pico la Maroma con sus 2.068 metros de altura, quedaba esperar un poco que amaneciera. Hacía un poco de frío y alguno de los miembros del grupo se refugiaron entre unas piedras.

Isi se subió arriba del hito para ver el espectáculo que íbamos a presenciar. La verdad no se puede explicar con palabras las sensaciones que se obtienen en esos momentos. Os aconsejamos desde este blog, si físicamente se está preparado ya que subir a una montaña es duro, que probéis esta experiencia.

! Mirad que panorámica !

Ya con el cielo iluminado, entrando un poco en calor y recreándonos de las vistas espectaculares que se nos ofrecían desde la cima de la Maroma, nos colgamos de nuevo nuestro equipo y retomamos el camino de vuelta.

Mientras bajábamos nuestro amigo Juan nos comentó que la subida había sido muy dura, pero que había valido la pena el esfuerzo y que ahora con la luz del día se apreciaba la belleza del paisaje y todo lo que se había subido por la noche.

Al principio teníamos la idea de comer los bocadillos en la cima para reponer algo de fuerzas, pero desistimos de ello ya que aunque el Sol empezaba a calentar, arriba en la cima corría un vientecillo algo desagradable y pensamos que un lugar bueno para parar era en la pedrera donde por la noche habíamos descansado antes de hacer cumbre.

! Mirad como crecen las Quitameriendas o merendera montana en estas alturas!

Después de un pequeño descanso y recuperadas las fuerzas, volvimos a colocarnos los equipos y continuamos nuestro descenso hacia el inicio de ruta. A nuestro paso encontramos un grupo de pinos albar, los cuales se caracterizan por el pequeño tamaño de sus hojas y piñas.

Una vez pasado por el Collado de Fuente Santa nos dirigimos dirección al cerro de la Majada del Arce. La vegetación cambia y aparecen los primeros matojos y arbustos como el majuelo, estepa y laurel.

!Mirad que hito más curioso!

Llegamos a la cuesta de las víboras, un sendero en forma de zigzag que nos llevó al nivómetro. Al fondo ya vemos la pista forestal con el Cerro del Tacón al fondo.

Terminamos la cuesta de las víboras y tras un breve descanso y con la fuerzas bajo mínimos retomamos el último tramo de ruta por una pista forestal que de vuelta se hace interminable y que nos llevará hacia el área Recreativa Cortijo el Alcázar.

Hasta otra amigos de los Locandares!.

Fotos: - Isidoro Cabello.