Hola Amigos de los Locandares.
Una nueva aventura y esta vez en Sierra Norte de Sevilla. Tras realizar la primera parte de la Vía Verde tocaba completarla. Una vía verde es una red ferroviaria en desuso que ha sido reconvertida en itinerario cicloturista y senderista.
Nuestra ruta nos llevo de San Nicolas del Puerto al Cerro del Hierro, y vuelta al punto de origen. Con una longitud aprox. ida/vuelta de unos 8 km y un nivel de dificultad bajo. 18 kms sumando el precioso paseo que nos dimos en la antigua mina.
Salimos a las 7:00 de la mañana desde Aznalcázar en dirección hacia San Nicolas del Puerto. Sobre las 9:30 y lloviendo llegamos a las Cascadas del Hueznar.
También conocidas como Cascadas del Huesna, es una pequeña zona del río Rivera del Huéznar en la que se localizan una serie de pequeñas cascadas y pozas rodeada de abundante vegetación de ribera. Las cascadas se encuentran a unos 2 km aguas abajo del pueblo de San Nicolas del Puerto.
Las cascadas constituyen un ejemplo de travertino de río, en los que las aguas ricas en carbonato de calcio van produciendo depósitos de este mineral que recubren las paredes y el final de la cascada, creando formas de toboganes y cortinas de roca. Este recrecimiento compensa en alguna medida la acción erosivade la cascada, pudiendo producir incluso su avance y aumento de altura. El agua de la Ribera del Hueznar es rica en carbonato de calcio debido a que procede fundamentalmente del acuífero kárstico de Guadalcanal - San Nicolás del Puerto, donde el agua disuelve en gran medida la roca caliza que lo forma.
Después de deleitarnos con las cascadas cogimos los vehículos y nos dirigimos hacia el pueblo de San Nicolas del Puerto. Aqui enlazamos con la vía verde que nos llevaría hasta el Cerro del Hierro.
Municipio Español de la provincia de Sevilla, este pueblo a lo largo de su Historia tuvo numerosos asentamientos, uno de los primeros fueron los celtas que se establecieron en un lugar llamado Iporci. Después fueron los romanos dejando numerosas restos, entre ellos el puente de piedra sobre el río Galindón. Los romanos fundan la ciudad de Fortuumade o Fortunales.
Los visigodos y árabes son artífices del progreso local gracias a la explotación de sus minas de plata.
Personaje importante que hay que destacar nacido en esta localidad fue Fray Diego de San Nicolás también conocido como San Diego de Alcalá. Fraile Franciscano español, santo para la Iglesia Católica.
Actualmente la economía de este pueblo se basa en el Turismo y en la ganadería ovina, porcina y caprina.
Puente Romano sobre el río Galindón (San Nicolás del Puerto).
Playa artificial en el río Galindón (San Nicolas del Puerto).
De izquierda a derecha ( Manuel Marcelo, Antonio Manfredi, Montero, Gallego, Isidoro )
Durante el recorrido por la vía verde encontramos gran variedad de especies de plantas. Nuestro amigo Antonio Manfredi gran conocedor de ellas y amante de las orquídeas, tuvo la suerte de encontrar varias especies de ellas.
Ophrys tenthredinifera |
Astragalus lusitanicus |
Durante el sendero se pueden ver algunas edificaciones derrumbadas, probablemente perteneciente a la infraestructura que para la explotación de la mina llevaron a cabo los concesionarios, la sociedad escocesa William Baird Mining and Co. Ltd., de Glasgow, que comenzó la explotación en 1895, siguiendo con ella durante la primera mitad de este siglo como The Baird’s Mining Co. Ltd.
! Mirad que foto de postal !. El grupo comentó que era un buen lugar para sentarse, dejar la mente en blanco y disfrutar de las vistas que nos ofrecía el entorno.
Ya a un km de la mina encontramos el poblado minero.
Fue construido por la empresa escocesa Willian Baird Minino Co. Ltd., entre finales del siglo XIX y principios del XX para albergar tanto a los trabajadores como a sus familias.
Como vestigios de aquella época queda la arquitectura inglesa del poblado del Cerro, junto con la iglesia y las casas de los ingenieros (llamadas las "Casas de los Ingleses"). En 1865 se construyó el ramal ferroviario de kilómetro y medio de longitud que se unía a la línea Sevilla-Mérida. Entre 1895 y 1932 se obtuvo una producción de mineral de 7,63 millones de Tm. Durante la Guerra Civil Española se detuvo la actividad minera, aunque fue reanudada con normalidad tras su fin. En 1946 la explotación pasa a manos españolas, concediéndose a la empresa Nueva Montaña Quijano, que extrae hasta 1966 la cantidad de 2 millones de Tm. Posteriormente se transfiere a la sociedad Cerro del Hierro S.A., que entre 1972 y 1977 extrajo una cifra similar.
Tradicionalmente la actividad minera se había centrado en los minerales de oxihidróxido de hierro. Sin embargo, a principios de los 80 se comenzó la explotación de las baritas bajo la titularidad de una cooperativa de las propios trabajadores que realizaron, a nivel restringido, el beneficio de unas 50.000 Tm de baritas existentes en el criadero.
En la actualidad no se lleva a cabo ningún trabajo de aprovechamiento. En 2000, el poblado minero, el complejo kárstico y su entorno (en total, 363 Ha) es adquirido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
A unos 300 metros y subiendo una pista forestal nos encontramos con el Cerro del Hierro.
La mina tiene modelado Kárstico. La estructura geomorfológica que se observa se inició hace 600 millones de años a partir de una sedimentación de detritos marinos que formaban barras litorales.
Estos, constituyeron el deposito original de roca caliza de unos 500 metros de espesor. El plegamiento orogénico ocurrió hace 300 millones de años, elevó el relieve con la actual inclinación noroeste que se observa en la estructura interna de las calizas.
La meteorización de las aguas de escorrentía forman el modelado de torrecillas, callejones, oquedades y lapiaces, típico del paisaje kárstico.
Llegamos a un mirador con una bifurcación. El camino de la izquierda estaba vallado por obras, pero nuestros amigos Isi y Manolo decidieron adentrarse en el. El resto tomamos el de la derecha.
Tomamos un camino bastante inclinado que nos llevo a una de las partes más altas de la mina. Aquí se podían apreciar unas formidables vistas de la misma, e incluso nuestro amigo Antonio encontró un par de variedades diferentes de orquidea.
Barlia robertiana |
Orchis papilionacea |
Las rocas por la erosión crean formas originales que dan rienda suelta a la imaginación del espectador.
Mientras tanto nuestros amigos Isi y Manolo investigaban el sendero que habían tomado.
Encontraron algunas edificaciones en el interior de la mina, pero fue justo una de ellas que se encontraba encajonada entre dos rocas la que mas les llamo la atención. En ella encontraron una caja fuerte abandonada. Quien sabe, ¿el lugar donde guardaban el jornal de los trabajadores?. Imaginación que no falte.
Investigaron unos túneles excavados en la roca que se comunicaban con otra parte de la mina.
Una vez todos juntos decidimos descansar un poco y tomar un piquislabis. Nuestro amigo Manolo esta a dieta, y se nota, solo le hecho tres latas de atún al bocata.
Después de apaciguar el hambre decidimos investigar a fondo la mina. Primero nos dirigirnos hacia el centro de la mina, donde pudimos ver desde lo alto como un pequeño lago.
El agua era de color turquesa intenso reflejándose en ella la pared vertical.
El centro de la mina esta lleno de túneles y pequeñas cuevas. Importante, debe irse siempre con cuidado y evitar aquellas zonas que puedan resultar peligrosas.
Al salir del túnel que habiamos tomado y después de cruzar un frondoso matorral, encontramos una piedra que asemejaba la forma de una carabela. En plan chistoso un miembro del grupo comentó que parecía que estábamos en una isla de piratas.
Caminando entre maleza dimos con otro sendero que nos condujo a una escalinata. Decidimos subir para ver la mina desde otra perspectiva e investigar donde conducía.
Al salir del túnel llegamos a un pequeño mirador donde apenas cabían tres personas.
Disfrutamos de las vista y tomamos otro túnel, este mas estrecho y con una longitud considerable.
Antes de entrar en él nuestro amigo Gallego intentó movernos una piedrecita que se cruzaba en nuestro paso, pero se ve que esta endeblito y no fue capaz.
!Mirad donde ha salido el árbol!.
Manolo y Antonio nos deleitaron con uno de los momentos más simpáticos de la ruta. El buen rollo y las risas rulaban por doquier, como es habitual en el grupo locandares.
El mineral de hierro esta presente por todos lados.
Nos quedamos boquiabiertos al ver una impresionante cueva. En ella encontramos mucha vegetación y plantas que nuestro amigo Antonio fotografío para su estudio.
! HASTA OTRA AMIGOS DE LOS LOCANDARES !.
Fotos: - ISIDORO CABELLO.
- ANTONIO MANFREDI.
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