Estimados
amigos del grupo de senderismo Locandares,
A
continuación, os vamos a contar el último proyecto en el que nos
hemos embarcado los Locandares, el cual, por el hecho de no tener
relación con lo intrínsecamente nuestro, que son las rutas y la
naturaleza, ha sido de los más complejos y de los que mayor desgaste
emocional y personal ha provocado en el grupo. Pero la recompensa ha
merecido la pena, y el haber superado todas las dificultades que han
ido surgiendo en el camino ha conseguido reforzar aún más los lazos
que nos unen, porque han sido unas semanas de mucho trabajo, muchas
reuniones, en definitiva, mucha interacción y convivencia entre
todos los miembros del grupo.
El
proyecto al que nos referimos es el de participar en la Cabalgata de
Reyes Magos de nuestro pueblo, Aznalcázar. En concreto, hemos
conformado la carroza del Rey Baltasar, convirtiéndonos por unos
días en toda una corte (Rey, pajes, subalternos…) dedicada
exclusivamente a intentar ilusionar y hacer felices a todos los
niños, y no tan niños, de nuestra localidad.
El
origen de la idea partió tras la celebración de la ruta por los
pinares de Aznalcázar, en la que nosotros participamos como
organizadores de la misma, en beneficio de la Cabalgata de Reyes
Magos. Esto hizo que estableciésemos contacto con los responsables
de la Asociación de la Cabalgata de los Reyes Magos, a los que
felicitamos por el excelente trabajo realizado, que nos informaron
que a finales de Noviembre aún no tenían localizados a los tres
reyes magos de oriente (posiblemente estarían perdidos en algún
desierto camino de Belén), motivo por el cual estaban muy
preocupados.
A
partir de ese momento, la idea de ayudar comenzó a germinar en las
cabezas de los Locandares, pero de forma individual, sin conexión ni
proyecto definido. Por fin, sucedió lo que tenía que suceder, que
en una de nuestras reuniones post-ruta, en la que nos relajamos
comentando los sinsabores de la misma, acompañados de varios
tonificantes y reconfortantes beefeater con tónica, decidimos
participar en la cabalgata de Reyes Magos. Hasta la fecha el grupo
siempre se había involucrado en proyectos relacionados con el
senderismo, colaborando con quién nos lo solicitase, pero siempre
enfocados a actividades de naturaleza. A partir de este momento
entramos en un universo desconocido para nosotros, al que todos nos
tendríamos que adaptar, y nos establecimos un compromiso con el
pueblo de Aznalcázar, consistente en poner todas nuestras fuerzas e
ilusión en preparar la mejor carroza de Baltasar que nos permitieran
nuestras posibilidades.
Por
último, para ratificar una decisión tomada en una reunión no
formal (por decirlo de manera suave), decidimos organizar otra
reunión en donde la única bebida autorizada fuese el café. Ahí se
confirmó la decisión y elegimos a nuestro rey Baltasar, que hay que
decir que en principio dudó, por temor a la responsabilidad que
adquiría, pero después aceptó, y el grupo se entregó en cuerpo y
alma a la causa a la que nos habíamos conjurado.
Lo
primero que había que hacer era aportar capital para comenzar a
realizar las primeras compras, buscando además otras fuentes de
financiación que nos ayudasen a organizar una carroza a la altura de
lo que se esperaba de nosotros. Para ello, los Locandares siempre nos
hemos caracterizado por utilizar el método de la tormenta de ideas
(que en términos anglosajones se denomina Braisntorming) y que
consiste en ir aportando cada componente del grupo sus ideas y
opiniones de lo que debemos hacer (es decir, cada uno diga lo que le
salga de los mismos, y aquí si que somos expertos, generando en
segundos cientos de paridas) y luego extraer las realmente buenas
para montar el plan de acción (esto último nunca lo solemos lograr
pero nos lo pasamos de arte). Por fin, decidimos que cada uno de
nosotros pusiese una cantidad fija, y, como medidas adicionales,
hacer una rifa, en la que el ganador sería obsequiado con una
camiseta diseñada en exclusiva por nuestro artista de cabecera, Sr.
D. Manuel J. Almagro, que sacó lo mejor de su repertorio con una
creación muy original que encarna la esencia de los Locandares. Esta
camiseta fue expuesta en varios establecimientos de nuestra
localidad, y las papeletas nos las repartimos los componentes del
grupo. Hay que decir que cada paso iba siendo decidido en múltiples
y maratonianas reuniones, a las que asistían los que podían en cada
momento, y que agradecemos a nuestras familias la paciencia infinita
que han tenido con nuestro proyecto (sobre todos los que tenemos
hijos en edad escolar, que además estaban de vacaciones).
Otra
de las actividades que pusimos en marcha fue la realización de una
porra en la que se sorteó un simpecado en miniatura, donado por
Manuel Almagro para tal fin, lo que nos supuso otra fuente adicional
de ingresos, ya que todo el dinero recogido fue destinado
íntegramente a los gastos de la cabalgada, porque, como ya se ha
dicho, el premio fue una donación. Por cierto, una auténtica obra
de arte. Esta porra se hizo en “Bodega la Cruz” porque, al ser un
simpecado rociero, se pensó que era el lugar más idóneo por la
clientela que suele tener este bar (a cuyos responsables agradecemos
su colaboración).
Además
de dinero, también nos pusimos a trabajar buscando empresas o
personas que quisiesen participar en nuestra causa, aceptando
cualquier aportación, regalo o producto publicitario que pudiésemos
ofrecer a los niños y mayores de nuestra localidad. Así, además de
los consabidos caramelos, chucherías varias y juguetes, conseguimos
reunir una auténtica batería de regalos para repartir (pavos,
botellas de vino, naranjas, roscos, chacinas, peluches, figuras de
animación, postales, camisetas, cajones de naranjas, y hasta una
noche en hotel de 4 estrellas). Para los que no se podían tirar
desde la carroza preparamos unas cajitas en cuyo interior estaba un
escrito informando del premio conseguido, lo que daría un poco de
más emoción a las personas que cogían las cajas.
Agencia de Viajes Aznaltour donó un peluche gigante y un viaje para dos personas
Bodega el Bergo donó ( botellas de mosto de este año)
Centro de Visitantes el Guadiamar donó numerosos regalos
Por iniciativa propia, el rey Baltasar quiso regalar a todos los niños (hijos y sobrinos) de los que participamos en la organización de la carroza un cofre repleto de monedas de chocolate, acompañado de un pergamino escrito a mano por el propio rey. Los gastos corrieron a cargo del rey, pero el trabajo que supuso pintar todos los cofres de oro y forrarlos por dentro con terciopelo se queda para nosotros. Han sido muchas las horas que dedicamos a preparar estos regalos, pero mereció la pena cuando vimos las caritas de los niños cuando se los entregaba el Rey.
Bodega el Bergo donó ( botellas de mosto de este año)
Centro de Visitantes el Guadiamar donó numerosos regalos
Por iniciativa propia, el rey Baltasar quiso regalar a todos los niños (hijos y sobrinos) de los que participamos en la organización de la carroza un cofre repleto de monedas de chocolate, acompañado de un pergamino escrito a mano por el propio rey. Los gastos corrieron a cargo del rey, pero el trabajo que supuso pintar todos los cofres de oro y forrarlos por dentro con terciopelo se queda para nosotros. Han sido muchas las horas que dedicamos a preparar estos regalos, pero mereció la pena cuando vimos las caritas de los niños cuando se los entregaba el Rey.
Otro
de los regalos especiales que se prepararon fueron roscos de la
Cooperativa Panadera Aznapán, a instancia de un compañero del
grupo, Felipe. Para ello varios miembros del equipo se reunieron una
tarde a preparar y empaquetar los roscos, que tuvieron mucho éxito
en la cabalgata (la gente los pedía para picar durante el recorrido,
y al que había cogido algún envase de jamón ya ni os contamos…)
En fin, los días previos a la cabalgata fueron días de locura. Se
realizaron varias excursiones para comprar los caramelos y juguetes,
a las que asistieron varios miembros del grupo. En este punto
agradecer su inestimable ayuda a Paqui, la mujer de otro componente
del grupo, que desde el principio se mostró dispuesta a ayudarnos en
las compras. Hubo que organizar otra salida para comprar los trajes
de la comitiva real. El traje de Baltasar, digno del rey que lo
portaba, llegó directamente de tierras celtas del norte de Hispania,
en concreto de Acrunia (actualmente A Coruña). Como no podía ser de
otra manera, las anécdotas y peripecias de estos viajes fueron
innumerables, quedando en el recuerdo de los que participaron en
ellas.
En
estos días, ya actuábamos como entidad propia (Corte del Rey
Baltasar), y como tal, colaboramos en eventos como el I Mercadillo
del Juguete de Aznalcázar, que se celebró en el Centro de
Visitantes del Guadiamar, donando juguetes a los que pudiesen acceder
los niños más desfavorecidos.
También
se decidió la estructura de la carroza y los componentes de la
misma, que quedó de la siguiente forma; además del Rey Baltasar,
Manuel Almagro, los pajes adultos serían Roque, Montero, Antonio
Manfredi y Alfredo. Los pajes infantiles los formarían Bárbara,
Lourdes, Marco, Alejandro, Antonio, David, Javier, José Nicolás y
Diego. En el interior de la carroza irían Antonio Peña y José
Alamo organizando los regalos. El resto nos encargaríamos del
suministro y abastecimiento de la comitiva. Para ello utilizamos un
camión, que iba detrás de la cabalgata (al ser la carroza de
Baltasar, iba la última, hecho que nos facilitó la tarea), y desde
allí íbamos reponiendo de material a la carroza evitando en ningún
momento quedase sin existencias.
El
día 4 de Enero, el grupo quedó por última vez antes de la llegada
de los reyes. Tuvimos que cargar la carroza con lo necesario para
poder realizar el primer tramo del recorrido y el resto lo cargamos
en el camión para irla abasteciendo a lo largo del itinerario. Ese
día, después de todo el trabajo realizado y de haberlo dejado todo
preparado para el gran día, el grupo decidió reunirse y comentar
todo lo acontecido durante los preparativos (como cuando terminamos
una ruta). Y aquí, por fin, con todo el mundo relajado tras la
maratón de preparativos, volvió a resurgir el alma Locandares, y no
se sabe como terminó la reunión. No ha habido nadie capaz de poner
una hora exacta de finalización de la misma. Cada uno fue
abandonándola por sus propios medios. El único dato constatable es
que al día siguiente todo el mundo tenía un dolor de cabeza de
narices, y algunos tenemos cabeza para aguantar tres dolores, pero ni
por esas… Este fue otro de los días memorables de esta
experiencia.
Bodega el Bergo
Bodega el Bergo
Y
por fin llegó el gran día, el día para el que tanto habíamos
trabajado y para el que tantos sacrificios habíamos realizado. Ya lo
único importante era estar a la altura, no decepcionar a los que
habían confiado en nosotros para esta empresa, y conseguir que la
magia de los Reyes Magos llegara al corazón de todos los niños y
mayores de nuestro pueblo. Y aquí ya nos ponemos serios, habrá
gente que haya podido tener la misma ilusión, pero no más. Los que
estuvieron arriba se metieron en la piel de sus personajes y
estuvieron sensacionales, contagiando alegría y buen ambiente por
donde pasaban.
La
comitiva real se concentró ese día en casa de Roque para recibir
los últimos retoques (maquillaje, vestuario…) y desde allí se
desplazaron al Ayuntamiento, donde, ya junto al resto de los Reyes y
la Estrella de la Ilusión, fueron recibidos por las Autoridades de
nuestro pueblo (aquí se encuentra José Antonio Martínez Gallego,
Concejal y miembro de nuestro grupo, al que agradecemos su apoyo y
colaboración). Desde allí, como es tradición, toda la comitiva
realizó una visita a la Casa Hogar, al Asilo y a casa de Cele, para
que también los Reyes Magos iluminen a todas estas personas que, por
diferentes motivos, no puedan asistir a la cabalgata.
Una vez finalizadas las visitas, los Reyes y sus cortes llegaron al punto de inicio de la cabalgata, donde ya les esperaban preparadas el resto de carrozas para comenzar el recorrido. Este año han participado ocho carrozas (además de las de los Reyes y la de la Estrella, tres de Fantasía y una de Animación) y además ha cambiado el itinerario habitual, alargándose el recorrido. Desde aquí queremos mostrar nuestro reconocimiento y admiración al grupo de personas que han colaborado en la Asociación Cabalgata de los Reyes Magos de Aznalcázar, por el excelente trabajo realizado, y decirles que estamos a su disposición para volver a colaborar con ellos organizando rutas en los próximos años.
Durante todo el
recorrido de la cabalgata, nuestra carroza siempre estuvo rodeada de
niños y mayores esperando los regalos de Baltasar y sus pajes, que
no pararon de tirar regalos e intentar que todos tuviesen algún
detalle, desde los que estaban pegados a la comitiva, hasta los que,
por edad o por evitar aglomeraciones, se encontraban más lejos
contemplando el paso de sus majestades los Reyes. Tampoco se salvaron
puertas abiertas, balcones, azoteas, garajes, y todo espacio donde
hubiesen personas viéndonos pasar. Durante el trayecto, todo el
grupo actuó como un equipo, los de arriba, los del interior de la
carroza y los de abajo; estábamos allí todos, codo a codo, como en
nuestras rutas más duras, sabiendo cada uno lo que tenía que hacer
para que nada fallase. Y en esos momentos, acompañados por nuestras
familias, es cuando tomamos conciencia de que todo el esfuerzo
realizado había merecido la pena.
Cuando llegamos a la
plaza del Cabildo, que marcaba el fin de la cabalgata, los Reyes y
sus pajes, una vez bajados de sus carrozas, hicieron una visita a la
capilla para presentar sus ofrendas a Nuestro Padre Jesús. Luego,
volvieron a la plaza y, como siempre han hecho desde tiempos
inmemoriales, los Reyes Magos entregaron sus regalos a los niños del
pueblo.
Como colofón al gran
día, la última misión del Rey Baltasar fue entregar un cofre
repleto de monedas acompañado en un papiro, escrito de puño y letra
por el propio rey, a los niños del grupo Locandares. Este ya fue
nuestro momento, nuestra celebración particular y privada después
de un largo día de intensas emociones. Las caras de nuestros hijos
recogiendo los regalos de manos del rey no las olvidaremos, y esos
cofres, que tanto trabajo costaron hacer, nos recordarán para
siempre los momentos que compartimos los Locandares en esta
maravillosa aventura.
Como hemos ido
comentando a lo largo de esta narración, muchas personas y entidades
nos han ayudado para llevar esta empresa a buen puerto. Entre todos
creemos que lo hemos conseguido. Por ello, nuestro infinito
agradecimiento a:
Viajes Aznaltour.
Muebles Romo
Muebles Romo
Centro de Visitantes
Guadiamar.
Bodega el Bergo.
Bodega la Cruz.
Baobab.
Sensapil Olivares.
Supermercado Día.
Supermercado Día.
Pelayo.
Agustín Rodríguez
Mora.
Antonio Delgado
(Antoñín).
Antonio Peña
Rodríguez.
José Antonio Martínez
Gallego.
Francisca López Latorre.
José Antonio Parra León.
Hasta la próxima amigos
de Locandares,
Fotos cedidas por: - Juan Luis Quintero.
- Juan Ruiz.
- Antonio Manfredi.
- Juan Antonio Montero.
Fotos cedidas por: - Juan Luis Quintero.
- Juan Ruiz.
- Antonio Manfredi.
- Juan Antonio Montero.
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