Locandares. Amigos del Senderismo.: RUTA DEL ARROZ CON PATO (AZNALCAZAR

Hola amigos de Locandares.

Aquí os contamos otra de nuestras aventuras, la cual hemos titulado, “LA RUTA DEL ARROZ CON PATO”.

Es una ruta con una longitud de 24 kms, una duración aproximada de 6 horas y un nivel de dificultad media (básicamente por la distancia recorrida).

( Al track que mostramos en pantalla hay que añadir un km más )

Agradecer a Ricardo Perea la planificación de la ruta, ya que sus grandes conocimientos del Pinar de Aznalcázar hicieron que la ruta fuera sobre la seda.

Ricardo había planificado una ruta de 18 kms aproximadamente de longitud, pero tras desayunar en el Bar JACAL y tomarnos unos carajillos a los cuales nos invitó el amigo Fani, al cual el grupo le esta muy agradecido, decidimos aumentarla en 6 kms más.

También dar las gracias a nuestro amigo Locandares Ángel, que al no poder hacer la ruta con nosotros se ofreció desinteresadamente para recogernos con el todoterreno en el bar Colina a parte del grupo.

La ruta la realizamos 10 Locandares. Francisco Roque, Ricardo Perea Jurado, José Antonio Rodríguez, Antonio Vargas, Montero, José Cabello, José Álamo, Gallego, Antonio Aranda, Manuel Almagro). En Colina se incorporaron Antonio Manfredi y Manuel Marcelo, ya que por circunstancias no pudieron andar con el grupo pero sí asistir a la comida.

Después de desayunar en el Bar JACAL (especialidad en desayunos) y hacernos la foto de rigor, comenzamos la ruta acompañados de una niebla no muy espesa, pero si persistente acompañandonos durante todo el recorrido.

( fila de arriba de izquierda a derecha ( Manuel Almagro, Aranda, Francisco Roque, Jose Alamo, Jose Antonio. )

( fila de abajo de izquierda a derecha ( Ricardo Perea, Jose Cabello, Antonio Vargas, Gallego, Montero. )

Caminando por el pueblo tomamos dirección hacia la calle del Ventorro por la calle Nueva.

Desde el Ventorro llegamos hacia la glorieta que marca la dirección de Isla Mayor, y una vez aquí tomamosla dirección del camino Torres, el cual pasa por el Picadero "La Garrocha", propiedad de Manuel Marcelo Ruiz, miembro de los Locandares.

Entre charlas y risas el grupo se dirigió hacia Torres, con su capilla donde se encuentra la Virgen del Amparo.

Aquí en Torres se encuentran también los bueyes que llevan el simpecado de Aznalcázar hacia la aldea del Rocío.

Por el camino a Torres encontramos el arroyo Mejalberraque, que con las últimas aguas caídas en el pueblo llevaban, cosa extraña. aguas muy limpias.

Después de pasar por el cortijo Torres nos dirigimos por un sendero hacia el camino de Quema. El día estaba frío pero era muy propicio para andar.

Nos extraño ver a nuestro amigo Almagro con un pantalón vaquero y no con su equipo de senderismo, lo que fue motivo de risas ya que le comentábamos que se había recogido de una fiesta directamente a la ruta. El, como no, lo negaba rotundamente.

También pasamos por el Gigarrillo, explotación agrícola dedicada a la aceituna. Recuerdo que más de uno del grupo cogimos aceitunas en esta finca durante nuestra juventud. Aquí el grupo hizo una parada para recuperar un poco las fuerzas.

En dirección al camino del Quema encontramos numerosas telas de arañas, y nuestro amigo Chorlo nos comentó que los ancianos del pueblo decían que cuando había tantas telas de arañas en los matorrales es que iba a ser un invierno lluvioso.

Por el sendero de Torres llegamos al camino del Quema. Este camino es el paso obligatorio de las hermandades que van haciendo la peregrinación hacia el Rocío.

El camino llega al Monolito de la Virgen del Rocío y el paso del río Quema.

( Río Quema )

( Monolito de la Virgen del Rocío )

Nosotros no llegamos al monolito, y después de caminar un km aproximadamente, llegamos a la Finca del Quema.

Es una finca que posee grandes hectáreas de arboles frutales como el naranjo y melocotoneros, también cultivan la uva.

El grupo nos desviamos para el camino de los Playeros que es un sendero que sale del abrevadero de la finca del Quema.

Después de un breve descanso y unas fotos en el abrevadero nos pusimos en marcha en hacia la dehesa de Tornero.

Caminando hacia la dehesa, nos cruzamos un grupo de personas haciendo una ruta en bicicleta.

La dehesa es un paraje de increíble belleza donde se encuentra una vegetación de Alcornoques y Acebuches de gran porte.

Con un poco de suerte en la dehesa de Tornero el caminante puede toparse con algunas parejas de Lince Ibérico que han sido introducidos por Doñana para su repoblación. El grupo no tuvo esa suerte en esta ocasión.

Dejamos la dehesa de Tornero y nos adentramos en Echarena. donde pasamos por los merenderos, lugar que los fines de semana esta lleno de personas que vienen de Sevilla y de otros pueblos para disfrutar de un día de campo.

Dejando los merenderos de Echarena atrás llegamos al pozo del mismo nombre, lugar donde el grupo había quedado en hacer una parada y reponer algo de fuerzas con unas frutas o bocadillos.

Nuestro amigo Aranda le estuvo explicando a Manuel Almagro que cerca del pozo estaba la Casa Echarena.

Después de descansar un poco reanudamos la marcha en dirección a la Esquina de los Cerros. En este lugar suele encontrarse el Niscalo ( Gurumelo en Aznalcázar ), y no tardamos demasiado en encontrarnos los primeros.

Camino a la Esquina de los Cerros pudimos apreciar la belleza del pinar. El día de niebla, como dice nuestro amigo Antonio Manfredi, hacía más bonito el entorno que atravesábamos.

En la Esquina de los Cerros hicimos una breve parada, para descansar las piernas y comentar el tramo de ruta que ya habíamos hecho.

Tras la breve parada tomamos la Senda de las Peñas. Nuestro amigo Ricardo nos comentó que esta parte de la ruta iba a ser una de las más bellas de nuestra andadura.

La senda se estrechaba y el pinar se volvía más frondoso, aquí se podían apreciar toda clase de arbustos y matorrales típicos de este enclave ( Romero, lentisco,……).

Por este sendero encontramos numerosos níscalos, y le dijimos a nuestro amigo Manuel Almagro que los cogiera para que se hiciera un guisito por la noche. El nos dijo que los iba hacer con brandy.

Salimos del sendero y cruzamos la carretera que une Aznalcázar con la Isla Mayor, tomando el sendero de las Trecientas.

Por el camino de las Trecientas, encontramos unos madroños con los que algunos compañeros del grupo se dieron un buen atracón.

A unos 500 metros de este camino nos desviamos a la derecha tomando un sendero que nos llevaría a una zona del pinar llamada El Colmenar.

El Colmenar es una zona del pinar donde crecen también bastantes níscalos. Después enlazamos con los Planos que nos llevaría hacia la alambrada que limitan los pinares de Aznalcázar con la Puebla.

Siguiendo la linde de la alambrada llegamos a la cancela donde el grupo cruzo hacia los pinares de la Puebla.

El pinar de la puebla cambia un poco respecto al pinar del término de Aznalcázar, ya que el monte está más limpio debido a que el ayuntamiento de la Puebla permite que entren bestias en el pinar y coman de la vegetación que ella produce.

Después de unos km en línea recta por los montes de la puebla, tuvimos que cruzar un arroyo.

Nuestro amigo José Antonio no lo veía muy claro ya que el arroyo podía llevar mucha agua por las últimas lluvias que han caído hace podo en esta zona, y además el puente que cruzaba el arroyo se ha derrumbado por las crecidas de otras lluvias.

Por suerte para el grupo, el arroyo no llevaba mucho caudal y pudimos pasar sin dificultad por él.

Durante el camino, ya hacia la aldea de Colina, vimos gran cantidad de palos de pinos acumulados en el camino que iban a ser utilizados por las empresas de madera para realizar palets.

A unos kms llegamos al punto geográfico más alto de todos los pinares de los dos términos municipales.

En el se encuentra un hito que lo señala, y se encuentra una torre que permanece en verano las 24 horas en funcionamiento por el peligro de incendios.

Continuamos nuestra marcha hacia Colina y sobre las 14:30 horas llegamos a la aldea.

Con unas ganas locas de llegar al Restaurante Casa Paco y encontrarnos con nuestros dos amigos Manuel Marcelo y Antonio Manfredi y comernos el famoso arroz con pato que pone dicho restaurante.

Podemos decir que el arroz con pato estaba para chuparse los dedos, sin dejar atrás la carne de Venado y los garbanzos con cola de toro que nos pusieron que estaban para reventar.